La retina es un tejido que recubre el fondo del ojo en donde los rayos de luz se enfocan pasando a través de la córnea, la pupila y el cristalino.
El desprendimiento de retina ocurre cuando se separa este tejido de las paredes del ojo.
El humor vítreo es un líquido transparente que rellena el globo ocular y está unido a la retina.
A medida que envejecemos el vítreo puede cambiar de forma y separarse de la retina: esto puede producir un desgarro.
También puede ocurrir por una lesión severa en los ojos. Adicionalmente existen factores de riesgo como el glaucoma, miopía, antecedentes familiares o cirugías previas.
Se ven manchas o centelleos, o sombras en la periferia del campo de visión, o una cortina gris en el medio del campo de visión, o una disminución repentina de la visión.
Se realiza con un cuidadoso examen en el cual se dilatan las pupilas y se inspecciona la retina con lupas especiales, así como también con una ecografía se puede obtener detalles sobre el estado de la retina.
Se repara mediante procedimientos quirúrgicos, que pueden ser variados: con láser (fotocoagulación) cuando es posible, con congelación (criopexia), o con una banda escleral de silicona, o con una burbuja de gas para reemplazar el humor vítreo, que gradualmente vuelve a ser reemplazada por los fluidos del propio cuerpo.